Proporcionar cuidados de confort al final de la vida
En esta página:
Los cuidados de confort son una parte esencial de la atención médica al final de la vida. Son los cuidados que ayudan o reconfortan a una persona que se está muriendo. Los objetivos de esos cuidados son prevenir o aliviar el sufrimiento tanto como sea posible y mejorar la calidad de vida, respetando al mismo tiempo los deseos de la persona que se está muriendo.
Probablemente está leyendo esto porque un ser cercano se está muriendo y usted se pregunta qué va a pasar. Quiere saber cómo brindar confort, qué decir, qué hacer. Tal vez le gustaría saber cómo hacer para que el proceso de morir sea más fácil; por ejemplo, cómo ayudar a asegurar una muerte tranquila, con un tratamiento que esté acorde con los deseos de la persona que se está muriendo.
Una muerte tranquila puede significar algo diferente para usted que para otra persona. Es posible que su hermana quiera saber cuándo la muerte está cerca para poder compartir unas últimas palabras con sus seres queridos y encargarse de asuntos personales. Tal vez su esposo quiera morir rápido y no prolongar el proceso. Quizás su madre ha dicho que le gustaría estar en casa cuando se muera, mientras que su padre quiere estar en un hospital donde pueda recibir tratamiento para su enfermedad hasta el puro final.
Algunas personas quieren estar rodeadas de familiares y amigos; otras quieren estar solas. Claro que a menudo uno no tiene la oportunidad de elegir. Pero evitar el sufrimiento, lograr que se cumpla con lo que uno quiere al final de la vida y ser tratado con respeto durante el proceso de morir son deseos comunes.
En términos generales, las personas que se están muriendo necesitan atención en cuatro áreas: confort físico, necesidades mentales y emocionales, asuntos espirituales y cuestiones prácticas. Sus familias también necesitan apoyo. En esta sección encontrará varias maneras en que usted puede ayudar a alguien que se está muriendo. Recuerde siempre consultar con el equipo de atención médica para asegurarse de que estas sugerencias son apropiadas para su situación.
Confort físico
Hay maneras de hacer que una persona que se está muriendo se sienta más cómoda. La incomodidad puede provenir de una variedad de problemas. Para cada uno hay cosas que usted o un proveedor de atención médica puede hacer, según la causa del problema. Por ejemplo, una persona que se está muriendo puede sentirse incómoda debido a:
- Dolor
- Problemas respiratorios
- Irritación de la piel
- Problemas digestivos
- Sensibilidad a la temperatura
- Fatiga
Dolor. Ver morir a un ser querido ya es de por sí bastante difícil, pero pensar que esa persona además está padeciendo de dolor empeora la situación. No todos los que se están muriendo padecen de dolor, pero hay cosas que usted puede hacer para ayudar a alguien que sí tiene dolor. Los expertos creen que los cuidados proporcionados a alguien que se está muriendo deben enfocarse en aliviar el dolor, sin preocuparse por posibles problemas a largo plazo de dependencia o abuso de drogas.
No tema darle al enfermo tanto medicamento para el dolor como haya sido recetado por el médico. El dolor es más fácil de prevenir que de aliviar, y el dolor intenso es difícil de manejar. Trate de asegurar que el nivel de dolor no se adelante y empiece antes que el paciente tome los medicamentos para el dolor. Informe al médico o al enfermero si el dolor no está siendo controlado. Los medicamentos se pueden aumentar o cambiar. Si eso no ayuda, solicite una consulta con un especialista en medicina paliativa que tenga experiencia en el manejo del dolor para pacientes que están gravemente enfermos (consulte What Are Palliative Care and Hospice Care?).
Luchar con el dolor severo puede ser agotador. Puede hacer que sea difícil para las familias estar juntas de manera significativa. El dolor puede afectar el estado de ánimo; por ejemplo, tener dolor puede hacer que alguien parezca estar enojado o de mal genio. Aunque se puede entender dadas las circunstancias, la irritabilidad del paciente como resultado del dolor puede dificultar la conversación y hacer más difícil que se compartan pensamientos y sentimientos.
Problemas respiratorios. La falta de aire o sentir que respirar es difícil es una experiencia común al final de la vida. El médico podría referirse a esto como disnea. Que el enfermo se sienta preocupado por el próximo aliento puede dificultar conversaciones o interacciones importantes. Intente levantar la cabecera de la cama, abrir una ventana, usar un humidificador o tener un ventilador que circule el aire en la habitación. A veces la morfina u otro medicamento para el dolor pueden ayudar a aliviar la sensación de falta de aire.
Las personas que están muy cerca de la muerte pueden tener una respiración ruidosa, algunas veces llamada estertor de muerte. Esto es causado por los fluidos que se acumulan en la garganta o por la relajación de los músculos de la garganta. Puede ser útil tratar de hacer que la persona se acueste de lado. También hay medicamentos que se pueden recetar para tratar de ayudar a aliviar esa condición. No todas las respiraciones ruidosas son un estertor de muerte. Puede ser útil saber que esta respiración ruidosa generalmente no es angustiante para la persona que se está muriendo, aun si lo es para los familiares y amigos.
Irritación de la piel. Los problemas de la piel pueden ser muy incómodos. Con la edad, la piel naturalmente se vuelve más seca y frágil, por lo que es importante tener especial cuidado con la piel de una persona mayor. Aplicar suavemente una loción sin alcohol puede aliviar la piel seca y tener un efecto calmante.
La sequedad en partes de la cara, como los labios y los ojos, puede ser una causa común de incomodidad cuando una persona está cerca de la muerte. Un bálsamo labial podría evitar que esto empeore. Un paño húmedo colocado sobre los ojos cerrados puede aliviar la sequedad. Si el interior de la boca parece estar seco, darle a la persona trocitos de hielo (si la persona está consciente) o limpiarle el interior de la boca con un paño húmedo, una bola de algodón o una paletita cubierta con una preparación especial puede servir de ayuda.
Estar sentado o acostado en una misma posición ejerce una presión constante sobre la piel sensible, lo cual puede ocasionar dolorosas llagas de cama o silla (a veces llamadas úlceras por presión o escaras). Cuando se forma una de estas llagas, la piel se descolora o se pone más oscura. Observe cuidadosamente estas manchas descoloridas, especialmente en los talones, las caderas, la parte inferior de la espalda y la parte posterior de la cabeza.
Voltear a la persona cuando está de lado y colocarla de espaldas, y luego colocarla hacia el otro lado después de unas cuantas horas puede ayudar a prevenir estas llagas. Intente colocar una colchoneta de espuma debajo de un área como un talón o un codo para elevarlos de la cama y reducir la presión. Pregunte si un colchón especial o un cojín para la silla también pueden ayudar. Mantener la piel limpia e hidratada siempre es importante.
Problemas digestivos. Las náuseas, los vómitos, el estreñimiento y la pérdida de apetito son problemas comunes al final de la vida. Las causas y los tratamientos para estos síntomas son variados, así que hable con un médico o enfermero de inmediato. Existen medicamentos que pueden controlar las náuseas o los vómitos o aliviar el estreñimiento, el cual es un efecto secundario común de los medicamentos fuertes para el dolor.
Si alguien que está cerca de la muerte quiere comer pero está demasiado cansado o débil, usted puede ayudarle dándole de comer. Para ayudar con la pérdida de apetito, intente ofrecerle calmadamente alimentos favoritos en pequeñas cantidades. O bien, intente servirle comidas más frecuentes y pequeñas en lugar de tres comidas grandes.
No tiene que forzar a una persona a comer. Por lo general, no comer nada ni beber agua no es doloroso, y comer puede aumentar la incomodidad. Perder el apetito es una parte común y normal del proceso de morir. Tragar también puede ser un problema, especialmente para las personas con demencia. Una decisión consciente de dejar de comer puede ser parte de la aceptación de una persona de que la muerte está cerca.
Sensibilidad a la temperatura. Es posible que una persona que se está muriendo no pueda decirle que tienen mucho calor o mucho frío, así que usted debe estar atento a las señales. Por ejemplo, alguien que tiene mucho calor podría intentar repetidamente quitarse la cobija. Usted puede quitarte la cobija y ponerle un pañito frío en la cabeza.
Si una persona está encorvando los hombros, cobijándose o hasta tiritando, podría ser señal de que tiene frío. Asegúrese de que no haya una corriente de aire en la habitación, eleve la calefacción y póngale otra cobija. Evite las cobijas eléctricas porque estas pueden ponerse demasiado calientes.
Fatiga. Es común que las personas que se acercan al final de la vida se sientan cansadas y no tengan energía. Mantenga las actividades simples. Por ejemplo, una persona puede usar un retrete portable colocado junto a la cama en lugar de tener que caminar hasta el baño. Un banquillo en la ducha puede ahorrarle energía a la persona, así como también cambiar la ducha por un baño de esponja en la cama.
Necesidades mentales y emocionales
La atención completa al final de la vida también incluye ayudar a la persona que se está muriendo a manejar la angustia mental y emocional. Alguien que está lúcido cerca del final de la vida lógicamente podría sentirse deprimido o ansioso. Es importante tratar el dolor emocional y el sufrimiento. Las conversaciones alentadoras sobre los sentimientos pueden ayudar. Es posible que usted desee ponerse en contacto con un consejero, posiblemente uno familiarizado con problemas relativos al final de la vida. Si la depresión o la ansiedad son graves, los medicamentos pueden ayudar.
Una persona que se está muriendo también puede tener algunos temores y preocupaciones específicos. El enfermo puede temer lo desconocido o preocuparse por las personas que va a dejar cuando se muera. Algunos individuos tienen miedo de estar solos al puro final. Esta sensación puede empeorar por las reacciones lógicas de familiares, amigos e incluso del equipo médico. Por ejemplo, cuando la familia y los amigos no saben cómo ayudar o qué decir, a veces dejan de visitarlos. O bien, alguien que ya está empezando a llorar la pérdida del enfermo puede apartarse de la situación y encerrarse en sí mismo.
Los médicos pueden sentirse impotentes porque no pueden curar a su paciente. Algunos parecen evitar a los pacientes que están cerca de la muerte. Esto puede aumentar la sensación de aislamiento de una persona que está cerca de la muerte. Si esto sucede, hable de sus preocupaciones con la familia, amigos o el médico.
El simple contacto físico, por ejemplo, agarrarle la mano, tocarla o darle un suave masaje, puede hacer que una persona se sienta conectada con sus seres queridos y puede ser muy tranquilizante. Caliéntese las manos frotándolas o usando agua tibia.
Intente establecer un ambiente reconfortante. Recuerde que escuchar a la persona y estar presente puede marcar una diferencia. Por ejemplo, a Gabriel le encantaban las fiestas, por lo que era natural para él querer estar con su familia y amigos cuando se estaba muriendo. A Eleonor siempre le gustaba pasar momentos tranquilos con una o dos personas a la vez, así que se sentía más cómoda con solo unos pocos visitantes.
Algunos expertos sugieren que cuando la muerte está muy cerca, la música a bajo volumen y la iluminación suave son tranquilizantes. De hecho, cerca del final de la vida, la musicoterapia puede mejorar el estado de ánimo, ayudar con la relajación y disminuir el dolor. Escuchar música también puede evocar recuerdos que las personas presentes pueden compartir. Para algunas personas, es importante disminuir al mínimo los ruidos distractores como los de las televisiones y radios.
A menudo, el simple hecho de estar presente acompañando a la persona que está cerca de la muerte es suficiente. Puede no ser necesario pasar el tiempo hablando o haciendo alguna actividad. Su presencia tranquila puede ser un regalo simple y profundo para un familiar o amigo que está cerca de la muerte.
Asuntos espirituales
Las personas que se acercan al final de la vida pueden tener necesidades espirituales que son tan importantes como sus preocupaciones físicas. Las necesidades espirituales incluyen encontrar significado en sus propias vidas y poner fin a los desacuerdos con los demás, si es posible. La persona que se está muriendo puede encontrar paz resolviendo problemas pendientes con amigos o familiares. Las visitas de un trabajador social o un consejero también pueden ayudar.
Muchas personas encuentran consuelo en su fe. Otras pueden luchar con su fe o sus creencias espirituales. Orar, hablar con alguien de su comunidad religiosa (como un pastor, sacerdote, rabino o imán), leer textos religiosos o escuchar música religiosa puede brindar confort.
Los familiares y amigos pueden hablar con la persona que se está muriendo sobre la importancia de su relación. Por ejemplo, los hijos adultos pueden compartir cómo su padre ha influido en el curso de sus vidas. Los nietos pueden decirle a su abuelo lo mucho que él ha significado para ellos. Los amigos pueden expresar lo mucho que valoran tantos años de apoyo y camaradería. Los familiares y amigos que no pueden visitar en persona pueden enviar una grabación de lo que les gustaría decir o enviar una carta que sea leída en voz alta.
Compartir recuerdos de los buenos tiempos es otra forma en que algunas personas encuentran paz cuando están cerca de la muerte. Esto puede ser reconfortante para todos. Algunos doctores piensan que incluso si un paciente está inconsciente, es posible que aún pueda oír. Probablemente nunca sea demasiado tarde para expresar lo que usted siente o para hablar de los recuerdos gratos.
Siempre hable con la persona que se está muriendo y no acerca de ella. Cuando entre a la habitación, es una buena idea presentarse y decir algo así como: "Hola, Juan. Es Mary y he venido a verle”. Otra buena idea es pedir a alguien que escriba algunas de las cosas que se dicen en esos momentos, tanto lo dicho por la persona que se está muriendo como lo que otros le dicen a ella. Con el tiempo, estas palabras podrían servir como una fuente de confort para la familia y los amigos. Las personas que buscan formas de ayudar pueden aprovechar la oportunidad de asistir a la familia anotando las cosas que se dicen.
Puede que llegue un momento cuando una persona que se está muriendo y que ha estado confundida de repente parezca tener la mente clara. Aproveche estos momentos, pero comprenda que es posible que estos sean solo temporales, no necesariamente una señal de que la persona está mejorando. A veces una persona que se está muriendo puede parecer que ve o habla con alguien que no está allí. Trate de resistir la tentación de interrumpir o decirle que está imaginando cosas. Dele a la persona que se está muriendo el espacio para vivir su propia realidad.
Cuestiones prácticas
Hay muchas tareas prácticas que deben ser realizadas al final de la vida, tanto para aliviar a la persona que se está muriendo como para apoyar al cuidador. Las tareas cotidianas pueden ser una fuente de preocupación para alguien que se está muriendo y pueden abrumar a un cuidador. Hacerse cargo de pequeños quehaceres cotidianos en la casa, como recoger el correo o el periódico, apuntar mensajes telefónicos, lavar la ropa, alimentar a la mascota de la familia, llevar a los niños a las prácticas de fútbol o recoger medicamentos de la farmacia, puede brindar a los cuidadores un alivio muy necesario.
Una persona que se está muriendo podría estar preocupada por quién se encargará de las cosas cuando ella se haya ido. Tranquilizar a la persona diciendo por ejemplo: "Me aseguraré de que alguien riegue sus violetas africanas", "Jessica ha prometido cuidar a Bandido", "Papá, queremos que mamá viva con nosotros de ahora en adelante", podría proporcionarle un poco de paz. Recordarle a la persona que se está muriendo que sus asuntos personales están en buenas manos también puede brindarle confort.
Es posible que todos estén preguntando a la familia: "¿Qué puedo hacer por ustedes?". Es útil ofrecer algo específico. Dígale a la familia: "Permítanme ayudarles con". . . y sugiera algo como traer comidas para los cuidadores, pagar las cuentas, pasear al perro o cuidar a los niños. Si no está seguro de qué ofrecer, hable con alguien que haya pasado por una situación similar y averigüe qué tipo de ayuda fue útil.
Si desea ayudar, pero no puede alejarse de su propio hogar, puede programar a otros amigos o familiares para que ayuden con trabajos pequeños o para que traigan comidas. Esto puede permitir que la familia inmediata preste su atención completa a la persona que se está muriendo.
Si usted es el cuidador principal, solicite ayuda cuando la necesite y acepte ayuda cuando se la ofrezcan. No dude en sugerirle una tarea específica a alguien que ofrezca ayuda. Es probable que los amigos y la familia estén ansiosos por hacer algo por usted y/o por la persona que se está muriendo, pero tal vez no quieran molestarlo ofreciendo ayuda repetidamente cuando usted está tan ocupado.
Mantener informados a amigos cercanos y a familiares puede ser abrumador. Grabar un mensaje en el contestador automático del teléfono, configurar un blog, una lista de correo electrónico, una página privada en Facebook o incluso una red telefónica para no ser el único responsable de informar a todos puede reducir el número de llamadas que usted debe realizar. Algunas familias crean un blog o un sitio web para compartir noticias, pensamientos y deseos. Al final de este artículo se incluyen algunas organizaciones que facilitan la configuración segura de dichas páginas web. Además, usted puede asignar a un familiar cercano o amigo para que haga las actualizaciones por usted. Todas estas opciones pueden ayudar a reducir la carga emocional de tener que responder a preguntas frecuentes.
Para más información
American Music Therapy Association
301-589-3300
info@musictherapy.org
www.musictherapy.org
CaringBridge
651-789-2300
customercare@caringbridge.org
www.caringbridge.org
CaringInfo
National Hospice and Palliative Care Organization
(Organización Nacional de Hospicios y Cuidado Paliativo)
800-658-8898
caringinfo@nhpco.org
www.caringinfo.org (en inglés)
Hospice and Palliative Nurses Association
412-787-9301
hpna@hpna.org
https://advancingexpertcare.org
National Alliance for Caregiving
301-718-8444
info@caregiving.org
www.caregiving.org
What Matters Now
877-365-5533
info@whatmattersnow.org
www.whatmattersnow.org
El Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de la Salud, ofrece la información contenida en este documento, la cual ha sido revisada por sus científicos y otros expertos para asegurarse de que sea precisa y esté actualizada.
Texto
revisado
en:
Mayo
17, 2017