Cómo cambian los sentidos del olfato y del sabor a medida que envejece
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¿Sabía que los sentidos del olfato y del gusto están interrelacionados? A medida que envejece, estos sentidos pueden cambiar y, al igual que Sally, es posible que ciertos alimentos ya no sean tan sabrosos como lo eran antes. Los cambios en los sentidos del olor o del sabor también pueden ser el indicio de un problema más grave.
El sentido del olfato
El olfato es un sentido importante. Ciertos olores, como la colonia de su padre, pueden traerle un recuerdo. Otros olores, como el humo de un incendio, pueden alertarle sobre un peligro. Cuando no puede oler las cosas que disfruta, como el café de la mañana o las flores de la primavera, la vida puede comenzar a parecer aburrida.
A medida que envejece, su sentido del olfato puede ir desvaneciéndose. Este se encuentra estrechamente relacionado con el sentido del gusto. Cuando no se puede oler, la comida puede parecer insípida. Incluso puede llegar a perder interés en comer.
¿Qué causa la pérdida del olfato?
Muchos problemas pueden causar una pérdida del olfato que dura poco tiempo. Esta pérdida temporal puede deberse a:
- Un resfriado o gripe (en inglés) que produce congestión nasal. La capacidad de oler volverá cuando mejore.
- Una infección por el coronavirus, que a veces puede causar pérdida del olfato. Debe recuperar el sentido del olfato una vez que todos los demás síntomas hayan desaparecido. Si no es así, busque atención médica lo antes posible.
- Alergias. Intente mantenerse alejado de las cosas a las que tiene alergia, como el polen y las mascotas. Hable con su médico sobre cómo controlar sus alergias.
- Un crecimiento inofensivo (llamado pólipo) en la nariz o en los senos paranasales que produce secreción nasal. Eliminar el crecimiento puede ayudar.
- Algunos medicamentos, como antibióticos o aquellos para la presión arterial. Pregunte a su médico si pueda tomar un medicamento diferente.
- La radiación, la quimioterapia y otros tratamientos contra el cáncer. Es posible que su sentido del olfato regrese cuando finalice el tratamiento.
Algunas cosas pueden causar una pérdida duradera del olfato. Por ejemplo, una lesión en la cabeza puede dañar los nervios relacionados con el olfato.
A veces, perder el sentido del olfato puede ser un indicio temprano de un trastorno más grave, como la enfermedad de Parkinson, un deterioro cognitivo leve o la enfermedad de Alzheimer. Asegúrese de informar a su médico sobre cualquier cambio en su sentido del olfato.
Aprenda más sobre el sentido del olfato en las personas mayores en esta página del Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación de los Estados Unidos.
Los olores pueden mantenerlo a salvo
Es importante estar atento a los olores a su alrededor. Debe poder detectar humo, fugas de gas, alimentos en mal estado y vapores de productos químicos domésticos que podrían ser peligrosos.
- Humo: Revise sus detectores de humo una vez al año para asegurarse de que estén funcionando.
- Fugas de gas: Asegúrese de tener un detector de gas en su hogar.
- Comida en mal estado (foodsafety.gov): Deseche o bote la comida que ha estado en el refrigerador por mucho tiempo.
- Productos químicos domésticos: Asegúrese de que haya aire fresco en los lugares donde vive y trabaja.
Estas medidas de seguridad son especialmente importantes si su sentido del olfato ha disminuido.
El sentido del gusto
Hay pequeñas papilas gustativas dentro de la boca: en la lengua, en la garganta y hasta en el paladar. Lo que llamamos "gusto" se basa en cinco sabores básicos: dulce, salado, amargo, ácido (o agrio) y umami (conocido como savory en inglés). Conjuntamente con las sensaciones de calor, frescor y textura, estos sabores se combinan en la boca para darnos una sensación del gusto. Además de cómo sabe la comida, su olor también es parte de lo que compone su sabor.
Cuando la comida es insípida, muchas personas intentan mejorar su sabor al agregar más sal o azúcar. Esto puede no ser saludable para las personas mayores, especialmente si tienen problemas médicos como presión arterial alta o diabetes (un nivel alto de azúcar en la sangre).
Las personas que han perdido parte de su sentido del gusto pueden no consumir los alimentos que necesitan para mantenerse saludables. Esto puede originar otros problemas como:
- pérdida o aumento de peso,
- desnutrición (cuando no se obtienen suficientes calorías, proteínas, carbohidratos (en inglés), vitaminas y minerales de los alimentos).
El consumo de alimentos que sean buenos para usted es importante para su salud. Si tiene problemas con el sabor de los alimentos, asegúrese de hablar con su médico.
¿Qué causa la pérdida del gusto?
Muchas cosas pueden hacer que pierda su sentido del gusto. Si las glándulas salivales están dañadas o no producen suficiente saliva, esto puede afectar el gusto. La mayoría de las veces, hay formas de ayudar con este problema.
Una pérdida reciente del gusto es uno de los síntomas que puede ocurrir con una infección por coronavirus. Debe recuperar su sentido del gusto una vez que todos los demás síntomas hayan desaparecido, pero si no es así, busque atención médica lo antes posible.
Algunas veces, los medicamentos, como los antibióticos o aquellos para reducir el colesterol y la presión arterial, pueden cambiar el sabor de los alimentos. Algunos medicamentos, como los de la presión arterial, la depresión y los problemas de control de la vejiga, pueden resecarle la boca. Tener la boca seca puede hacer que la comida tenga un sabor extraño y también que sea difícil tragar. Hable con su médico si cree que un medicamento está afectando su sentido del gusto ya que puede haber otros medicamentos que puede probar. En todo caso, no deje de tomar sus medicamentos.
La enfermedad de las encías (enfermedad periodontal), una infección en la boca o problemas con las dentaduras postizas pueden dejar un mal sabor en la boca que cambia como saben los alimentos. Cepillarse los dientes, así como usar hilo dental y un enjuague bucal, puede ayudar a prevenir estos problemas. Hable con su dentista si tiene un mal sabor en la boca que no desaparece.
El alcohol puede alterar el sabor de la comida. Reducir su consumo o dejar de beber puede ayudar. Fumar también puede reducir su sentido del gusto, por lo que dejar de fumar puede ayudar.
Los tratamientos contra el cáncer y el gusto
Las personas que reciben tratamientos contra el cáncer pueden tener problemas con el gusto. Con frecuencia, el sentido del gusto regresará una vez que finalicen los tratamientos.
Los tratamientos contra el cáncer pueden hacer que los alimentos sepan mal o tengan un sabor extraño. Algunos dicen que la comida tiene un sabor metálico. Este sabor raro puede hacer que algunas personas no consuman alimentos saludables. Si esto le sucede, intente lo siguiente:
- Coma cuatro o cinco comidas pequeñas durante el día en lugar de tres comidas grandes.
- Consuma alimentos fríos, como yogur, budín y postre de gelatina. La comida fría puede saber mejor que la comida caliente.
- Coma vegetales frescos y crudos. Las verduras cocidas pueden tener olores fuertes que pueden no ser apetecibles.
- Beba muchos líquidos, incluyendo agua (en inglés), tés suaves, jugos y refrescos de jengibre (ginger ale).
- Pruebe alimentos nuevos para encontrar algunos que le gusten.
- Cepíllese los dientes antes y después de comer.
- Use tenedores y cucharas de plástico si la comida tiene un sabor metálico.
- Si la comida le sabe insípida, ponga los alimentos a marinar para mejorar su sabor o adóbelos con especias.
- Si la carne roja tiene un sabor extraño, sustitúyala con otros alimentos ricos en proteínas, como pollo, huevos, pescado, mantequilla de maní, pavo, frijoles o productos lácteos.
- Si los alimentos tienen un sabor salado, amargo o acídico, intente endulzarlos.
- Si tiene un mal sabor en la boca, pruebe con caramelos duros de limón, goma de mascar o pastillas de menta sin azúcar.
Los colores y las especias pueden ayudar
Si tiene problemas para oler y saborear su comida, intente agregarle color y textura para que sea más interesante. Por ejemplo, intente comer verduras de colores fuertes como zanahorias, batatas, brócoli y tomates. Además, si su dieta se lo permite, condimente sus alimentos con un poco de mantequilla, aceite de oliva, queso, nueces o hierbas frescas como salvia, tomillo o romero. Para poner un poco de sazón a su comida, agregue mostaza, pimiento picante, cebolla, ajo, jengibre, diferentes especias o jugo de lima o limón. Elija alimentos que le apetezcan.
El otorrinolaringólogo: Un especialista en olores y sabores
Si los alimentos que disfrutaba no huelen ni saben cómo cree que deberían, hable con su médico, quien podría sugerirle que consulte a un especialista que trata a personas con problemas del olfato y del gusto. Este tipo de médico se llama otorrinolaringólogo y se especializa en problemas relacionados con los oídos, la nariz y la garganta, así como con la laringe, la boca y partes del cuello y la cara. El médico puede preguntar:
- ¿Puede oler alguna cosa?
- ¿Hay alguna comida que tiene sabor para usted?
- ¿Cuándo notó el problema por primera vez?
- ¿Está empeorando el problema?
- ¿Le han dicho que tiene alergias o problemas crónicos en los senos nasales?
- ¿Qué medicamentos está tomando?
Probablemente hay formas de ayudar a solucionar este problema. De no ser así, el médico puede ayudarlo a sobrellevar sus cambios en el olfato y el gusto.
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Para más información
U.S. Food and Drug Administration
Center for Food Safety and Applied Nutrition
(Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos
Centro para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición Aplicada)
888-723-3366
www.fda.gov/about-fda/office-foods-and-veterinary-medicine/center-food-safety-and-applied-nutrition-cfsan (en inglés)
National Cancer Institute
(Instituto Nacional del Cáncer)
800-422-6237
cancergovstaff@mail.nih.gov
www.cancer.gov (en inglés)
www.cancer.gov/espanol (en español)
National Institute on Deafness and Other Communication Disorders
(Instituto Nacional sobre la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación)
800-241-1044
800-241-1055 (TTY)
nidcdinfo@nidcd.nih.gov
www.nidcd.nih.gov
www.nidcd.nih.gov/es/espanol (en español)
National Institute of Dental and Craniofacial Research
(Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial)
866-232-4528
nidcrinfo@mail.nih.gov
www.nidcr.nih.gov (en inglés)
www.nidcr.nih.gov/espanol (en español)
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de la Salud, ofrece la información contenida en este documento, la cual ha sido revisada por sus científicos y otros expertos para asegurarse de que sea precisa y esté actualizada.
Texto
revisado
en:
Junio
30, 2020